Ruta MTB Cercedilla - Segovia, por el carril del gallo y el valle del Eresma

Este pasado sábado 22 locos de la bicicleta nos fuimos a hacer esta espectacular ruta por la sierra madrileña, fueron 45km de aventura y 7h, en las que paso de todo.



Salíamos a eso de las 8 y media de la mañana de la estación de Cercedilla, y tras una pequeña bajadita, de repente, sorpresa, empezaba la subida, una subida de 2k o así, en la que parte fue asfalto, pero otra parte era arena, y con una pendiente muy interesante y algo complicada, y para colmo, empezar los repechos en frio, sin haber tenido unos kilómetros de calentamiento, pero bueno, aunque algo chunguilla, sobretodo porque derrapaba la bicicleta muchísimo en algunos sitios, sobre todo en las curvas, llego la 1º parada para reagrupar, y enterarnos de que íbamos por otro camino, y algunos compañeros, se había subido por el camino puricheli, pero bueno, tras una espera de un 10 o 15 minutillos, perfecta para reponer fuerzas y coger aire de nuevo, continuamos la ascensión por la pista, una pista ancha, de tierra que llevaba al hospital de la fuenfria, y además divertida, ya que en algunos sitios de repente pasábamos de subir a llanear y de repente bajar, llanear y volver a subir para volver a bajar al hospital de la fuenfria, además por el camino, nos encontramos a dos compis que habían ido en busca de los perdidos y subían por el puricheli juntándose en la pista ancha.



Una vez estábamos todos reagrupados de nuevo en el hospital de la fuenfria, y habíamos repuesto líquidos y también bajado pulsaciones y repuesto aire en los pulmones, tocaba en grupo ascender el puerto de la fuenfria, un largo puerto de 13km, parte por asfalto y parte por pista ancha de tierra. Subiendo poco a poco pero con ritmo,  fuimos llegando al mirador de los poetas en pequeños grupitos, ya que el pelotón se fragmento bastante durante la ascensión, una ascensión sencilla, y con unas maravillosas vistas entre el precioso bosquecillo que transcurre.



Ya en el mirador de los poetas, tras unas fotos y otra parada para beber agua, comer algo y reponer fuerzas, seguimos hasta el mirador de la reina, en pelotón tranquilamente, y es que ya habíamos pasado lo peor, bueno lo peor de la ascensión, ahora tocaba lo peor de verdad, la bajada.



Una vez cogimos agua en la fuente del alto de la fuenfria, en la parte más alta del puerto, la ruta empezó a ponerse dura, aunque divertida, tocaba bajar por el carril del gallo, un camino lleno de piedras, raíces y algo de barro, además de algunos arroyos que lo cruzan, aunque también en otras zonas se hacía sendero de tierra y se podía correr un poco, este camino es perfecto para los que les mole el descenso.



Pero ahí no acaba todo, tras llegar al 3º mirador y hacernos la foto de grupo, tocaba bajar a cruzar el arroyo del telégrafo, una bajada divertida, corta y empinada, con el final cruzando el rio, vamos perfectos para que salgan unas fotos chulísimas. 

Pero aun no había llegado lo peor, hay empezaba lo más peligroso de la ruta para mi, una bajada por una torrontera, llena de piedras sueltas y piedras lisas que resbalaban muchísimo y era fácil caerse, además estaba empinadísima, hay los 3 descensistas piraos como olivares, bruño y su colega, bajaban que daba gusto, el resto tuvimos que desmontar y bajar a pie en muchos casos. Una vez abajo, volvimos a cruzarnos con el arrollo del telégrafo y salieron otras fotos espectaculares, además aprovechamos mientras reagrupábamos, para darnos un bañito, llenar los botes con el agua del arrollo y demás, pero hay tuvimos la mala noticia, nuestro compañero Chema, se había caído y se había roto la clavícula, así que le acompañamos hasta la carretera y hay le recogieron un tiempo después para llevarle al hospital. Después de ese pequeño percance y ya con varios heridos por caídas y 2 pinchazos y alguna avería mecánica, continuamos ruta hacia el Eresma, ya no muy lejos, y junto a él discurrimos hasta una de las pozas, donde pudimos darnos un baño.







Después del bañete refrescante, y curativo para los golpes, seguimos el curso del rio Eresma hasta valsain, y desde ahí la carretera que nos llevaría a las afueras de Segovia, para coger el carril bici y a una velocidad de más de 30kmh, con calor hambre y sed, corrimos hasta Segovia con nuestras bicis, para tener nuestro ansiado premio, una cervecita fría y un delicioso sándwich de jamón y queso, que sabia a gloria y algunos nos tomamos hasta un heladito fresquito, y esto es todo de nuestra aventura, aparte decir que nos encontramos con caballos, vacas y demás por la ruta, y lo pasamos genial. Nos vemos en la próxima, buen camino.







Y para finalizar, os dejo un bonito video con las fotos de la ruta, que los disfruteis.

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